Con el objetivo de incrementar la seguridad en personas que practican deportes acuáticos nace Kingii, un pequeño salvavidas de pulsera que funciona con un mecanismo similar al de un airbag.
Una de las principales características de este dispositivo es que no es invasivo, ya que se trata de una pulsera de bajo peso que solamente se activa cuando se necesita mediante una palanca. El mecanismo que pone en marcha el sistema de salvamento está basado en el uso de cápsulas de dióxido de carbono. Al tirar de la palanca instalada en el brazalete automáticamente sale una bolsa al interior que lleva a la persona a la superficie y la mantiene a flote.
Este innovador salvavidas puede usarse tanto en niños como en adultos ya que, aunque su peso es inferior a los 140 gramos, una vez la bolsa esté inflada puede sostener a personas de hasta 124 kilos. Además, este brazalete es reutilizable, ya que la bolsa puede volver a meterse en su compartimento y cambiar la cápsula de dióxido de carbono.
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